– La profesión médica sabe cómo mejorar y adaptarse a las viejas y nuevas necesidades que requiere el Sistema Nacional de Salud, pero reclamamos más participación en los cambios imprescindibles para mejorar la atención a los ciudadanos.
El Colegio Oficial de Médicos de S/C de Tenerife se muestra preocupado ante la continuada degradación del Sistema Nacional de Salud, y las tímidas respuestas de los distintos responsables políticos.
La institución colegial, como uno de los agentes corresponsables en materia sanitaria, quiere aportar sus consideraciones a la sociedad para intentar ofrecer una respuesta a las demandas de la población, a las aplicaciones de las nuevas realidades tecnológicas y las necesidades de los profesionales médicos.
El Sistema Nacional de Salud debe estar concienciado que las personas son la esencia del sistema de salud. Los demás agentes no hemos podido, ni sabido adaptarnos a ese objetivo fundamental, todo ello en la revolución social y tecnológica en la que estamos inmersos.
Para conseguir esos objetivos básicos estamos obligados a poner al ciudadano en el centro del sistema, ofreciendo formación y participación efectiva por medio de la Historia Integrada de Salud Interoperable, extendiéndola al ámbito público y privado.
Otro de los aspectos fundamentales es diseñar y poner en marcha medidas efectivas para atraer y fidelizar al personal médico, el más deficitario en el Servicio Canario de la Salud, y al que no se consulta suficientemente a la hora de trazar estrategias que optimicen el servicio público de salud.
Aunque se ha mejorado la participación con la actual Administración Sanitaria, los nuevos conocimientos exigen una mayor y constante aportación profesional para llevar a buen término cambios imprescindibles.
Por otro lado, para atraer y mejorar la motivación de los médicos hay que contemplar otras medidas como: adecuar las retribuciones a sus competencias y responsabilidad. Aumentar el tiempo que se dedica, en horario laboral, a la formación del personal, y más en la época en que vivimos, en la que los nuevos avances tecnológicos son abrumadores. También tener en cuenta la realidad de su trabajo, no solo la producción, ya que no trabajamos en una cadena de montaje del siglo XVIII, y así respetar la dignidad profesional, la legislación vigente, así como, mejorar la conciliación para evitar la desmotivación creciente de nuestros profesionales.
Es imprescindible reducir la rigidez administrativa y dependencia de la Administración del personal médico en la gestión clínica del día a día, como puede ser la gestión de sus agendas.
Otro aspecto al que se enfrentan los profesionales médicos es la necesidad de que los representantes electos de la profesión sean consultados por las administraciones, y así conocer sus aportaciones para la mejora diaria del Sistema Nacional de Salud. Participación desinteresada y altruista que se ha ofrecido históricamente. Sin la participación del colectivo médico en las transformaciones en las que estamos inmersos, digitalización, Medicina Personalizada de Precisión, Genómica y Ciencias Óhmicas, entre otras, será imposible esa modernización, que estamos seguros, será esencial para la supervivencia de la sanidad pública en nuestro país.