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EDITORIAL ¡Ya está bien!

Que el S.N.S, en el que se incluye nuestra sanidad canaria, necesita una reforma en profundidad que la adapte a las circunstancias actuales, es cierto.

Que el S.C.S. partió de una mala posición, económica, de infraestructuras y de personal, cuando se aceptaron las transferencias de competencias sanitarias, también es cierto. Pero estas son y fueron decisiones políticas y, por tanto, en su responsabilidad. A continuación cabe preguntar: ¿Qué han hecho nuestros políticos para mejorar estas circunstancias?

En la actualidad vemos que aún rindiendo al máximo, el personal y las estructuras del S.C.S. son insuficientes para recortar la demanda de asistencia. La conclusión es evidente, la sanidad canaria necesita más recursos económicos, humanos e infraestructuras, si pretendemos dar una asistencia sanitaria digna a nuestros ciudadanos.

Hasta ahora las organizaciones de médicos han propuesto soluciones que apenas han sido atendidas por nuestros políticos. Esta situación se agrava aún más cuando lo normal ha sido que en una misma legislatura se cambien una o más veces a los consejeros de sanidad y directores del S.C.S.

En Canarias necesitamos un nuevo plan de RRHH, adaptado a la realidad actual. Es necesario aminorar la presión asistencial que sufren los médicos en sus puestos de trabajo. Se deben aprobar normativas que limiten el número de enfermos por consulta, que permita dedicar a cada paciente el tiempo que necesita. Se deben redefinir los roles y las tareas de los distintos profesionales, permitiendo el liderazgo científico médico en las decisiones sobre el diagnóstico y tratamiento. Debemos luchar por conseguir la autogestión de nuestras agendas médicas y potenciar la figura de los directores médicos de centro en Atención Primaria y de los jefes de servicio en Atención Especializada, obligando a la Administración a que estos cargos sean elegidos por concurso-oposición, para que puedan ejercer con independencia sus funciones.

Y, cómo debemos comenzar por la parte de la asistencia que tiene más necesidades y qué mayores resultados puede conseguir en el medio plazo, tenemos que priorizar la actuaciones en Atención Primaria y urgencias, aumentando los recursos económicos, de personal y de tecnología para hacerla mucho más resolutiva.

No nos vale la propuesta realizada por la Consejería de Sanidad canaria que, en fechas recientes (30-01-2019) que al no conseguir suficientes médicos de familia y pediatras, en vez de mejorar los contratos y las condiciones de trabajo y luchar por más plazas MIR de estas especialidades, pretenden delegar competencias médicas en otros profesionales, encubiertas bajo palabrería política como: “apoyo a la prescripción, circuitos y protocolos de actuación basados en evidencia, con capacidad resolutiva en la gestión de casos” refiriéndose a la enfermería. Aparte de prever la contratación de sólo 85 médicos de familia y 20 pediatras en los próximos tres años, frente a la contratación de 310 enfermeros.

Cualquier ciudadano que acuda a un centro de salud puede ver quiénes son los profesionales que están más sobrecargados. La oferta de la Consejería es “discriminante” y ofensiva para los médicos en la situación actual.

¿Dónde está nuestro orgullo como profesionales de la Medicina? Colaborar en los equipos multiprofesionales para mejorar la atención de los ciudadanos es algo que el médico siempre hace, permitir que les quiten sus competencias profesionales perjudicando su relación médico-paciente ¡NUNCA!

Los médicos hemos soportado y paliado con nuestro esfuerzo la mala gestión y planificación de los responsables políticos de la sanidad en Canarias. Por ello creemos que tenemos derecho a exigir:

– Más recursos económicos para el S.C.S., haciendo especial hincapié en la A.P. y urgencias.
– Condiciones laborables dignas y respetuosas con nuestras competencias profesionales.
– Ampliación de las plantillas médicas dando prioridad a los sectores más deficitarios. Desaparición de la precariedad en los contratos, mejora de la conciliación familiar e incentivación de las plazas de difícil ocupación, para atraer a nuevos profesionales.
– Adecuación de las tecnologías y ampliación de las infraestructuras.

En resumen, mejor gestión y planificación adecuada a los tiempos actuales, escuchando a los ciudadanos y a las organizaciones médicas con vistas a conseguir una mayor calidad de la asistencia sanitaria.

Rodrigo Martín Hernández
Pdte Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife

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